Juan Bimba nació en la Dictadura de otro
Juan, compartió su infancia con Andrés Eloy Blanco, y forjo su carácter en la
calle, codo a codo con Alquiles Nazoa.
Juan, no es muy diferente a cualquier venezolano,
lo que lo caracteriza es que siempre es el culpable, nunca fue adeco, ni
copeyano mucho menos comunista, pero asistió a la fiesta de todos, con todos
trabajó y a todos les hizo algún favorcito, claro, todos llegaron gracias al
voto de Juan Bimba.
Nadie se acuerda de el –más que para
echarle la culpa- es tal vez la razón de su resentimiento y desconfianza.
Juan Bimba es intelectual, Ingeniero, Zapatero
y Albañil, toma café en las mañanas y siempre cena con arepas, no ha soñado
nunca con irse del país pero está pendiente de las noticias de afuera.
Juan Bimba se molesta pero prefiere hablar
en la parada y quejarse del gobierno con otro Juan Bimba mientras llega el autobús.
Siempre está pendiente del líder de turno
y si habla golpeado se le va detrás. En las protestas que asiste siempre sale
estropeado o encarcelado.
Siempre fue usado, maltratado, burlado y
olvidado…
Juan Bimba ha despertado, esta arrecho ya
no quiere hacer lo que otro le dice, está cansado de tanto discurso sin comas
que alimenten, ni puntos que descansen.
Juan Bimba despertó, quiere hablar, quiere
ser escuchado, quiere exigir.
Quiere hacer las cosas a su manera quiere
acabar con esta vaina…
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